Los síntomas posteriores al período asintómatico pueden ser:
Falta de energía
Pérdida de peso
Frecuentes fiebres y sudores
Una gruesa capa blanca en la lengua o la boca que es causada por una infección por hongos
Infecciones vaginales por hongos
Enfermedad inflamatoria pélvica
Graves y frecuentes infecciones como el herpes zóster
Períodos de fatiga extrema e inexplicable
Dolores de cabeza, mareos, nauseas
Moratones con más facilidad de lo normal
Larga duración de episodios de diarrea
Inflamación o endurecimiento de las glándulas situadas en la garganta, la axila o la ingle
Períodos de tos seca, continua y profunda.
Aparición de tumores, cambio de color en la piel o dentro de la boca
Sangrado anormal de tumores en la piel, de las membranas mucosas...
Erupciones cutáneas inusuales
Entumecimiento o dolor severo en las manos o los pies, pérdida del control muscular y los reflejos
Estado alterado de conciencia, cambios de personalidad o deterioro mental
Los niños pueden crecer lentamente o enferman con frecuencia
Personas VIH positivas tienden a ser más vulnerables a algunos tipos de cáncer
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